Las cámaras ocultas siempre han resultado un buen anabólico para los programas de televisión, pero cierto es que en el último tiempo la temática de las mismas ha cambiado: ya no son más las típicas humoradas que enojan o asustan livianamente, sino que ahora explotan sus efectos terroríficos.
¿Cómo olvidar la broma del programa brasileño que hacía aparecer y desaparecer de un pasillo o un ascensor a una niña en camisón? ¿O la versión casera del muñeco saliendo de la tevé como si se tratara de la escena de la película “La llamada”?
Siguiendo esta tendencia de cámaras ocultas, un programa estadounidense lanzó su nueva broma: dos personas ingresan a un box para sacarse una foto y de repente se les aparece una pareja de actores que las encierran y simulan querer agredirlas mientras el terror de las víctimas aumenta.
El fin de la broma es, mediante las fotografías, evidenciar cuáles son los gestos más espantosos de las personas que resultan asustadas. Los resultados son de lo más divertidos.
Siguiendo esta tendencia de cámaras ocultas, un programa estadounidense lanzó su nueva broma: dos personas ingresan a un box para sacarse una foto y de repente se les aparece una pareja de actores que las encierran y simulan querer agredirlas mientras el terror de las víctimas aumenta.
El fin de la broma es, mediante las fotografías, evidenciar cuáles son los gestos más espantosos de las personas que resultan asustadas. Los resultados son de lo más divertidos.
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